A mediados de marzo, el Servicio Nacional de Menores decretó cuarentena preventiva y total para todos los centros de administración directa y sus colaboradoras en todo el país. Así es como se mantiene hoy la residencia para niñas vulneradas Nuestra Señora de la Paz de Puente Alto, la cual labora al alero de la Fundación de Beneficencia de los Sagrados Corazones.
La institución acoge a casi 30 niñas y adolescentes de entre 6 y 18 años, cuyas clases en los colegios de la comuna están suspendidas, hace poco más de un mes. Ante eso, el equipo técnico liderado por su directora, hermana Valentina Pérez, ha tenido que recurrir a diversas alternativas para mantener a las beneficiarias ocupadas evitando las crisis emocionales que en períodos de inactividad se les generan recurrentemente.
“Hemos encontrado muy buena aceptación como fuente de entretenimiento, estudio y contención emocional en los talleres de enfermería, yoga, aeróbica, música, meditación y apoyo escolar que están realizando dos funcionarias en el centro”, sostuvo su directora. Agregó, “el hecho que estén sin clases, las horas médicas y los Programas de Reparación de Maltrato (PRM), Centro Especializado de Intervención Familiar (CEIF) suspendidos, hace que los niveles de tolerancia estén muy bajos y tanto encierro provoca algún conflicto entre ellas”, puntualizó Pérez.
Los talleres son ejecutados por las profesionales Débora Funes, quien tiene a su cargo enfermería, yoga, aeróbica, talleres de música, y Patricia Osores con las clases sistemáticas de reforzamiento psicopedagógico con las más pequeñas.
“Los días que llevo trabajando con las niñas han sido de gran experiencia, en el sentido de crecimiento tanto para ellas como para mí, debido a que han sabido desarrollar su autoestima y personalidad, así como también han aprendido a reflexionar para ellas mismas, acerca del autoconocimiento, lo que me ha permitido conocerlas para poder ser una herramienta de apoyo para su desarrollo en distintas áreas del aprendizaje”, explica Funes.
Específicamente, en cuanto a la meditación indica, que puede ser una gran aliada para calmar los pensamientos negativos porque es una herramienta muy necesaria para poder volver al eje cuando hay tanto descontrol afuera.